miércoles, 19 de febrero de 2014

Vuelos pilotados al espacio: pros y contras





Desde la Estación Espacial Internacional al más insignificante satélite de comunicaciones, miles de obras de ingeniería pensadas por la humanidad recorren desde hace décadas el espacio en busca de respuestas a las preguntas fundamentales de la existencia. Ante estas circunstancias, ¿es necesario que el hombre siga viajando al espacio? Rusia Hoy publica dos polémicas opiniones sobre si hay un lugar en las doctrinas espaciales modernas para los vuelos tripulados.

Los vuelos nos ayudan a entendernos a nosotros mismos
En la actualidad existe un debate abierto acerca de la necesidad de los vuelos tripulados. Yo no puedo estar de acuerdo con aquellos que opinan que no son necesarios y exponen como argumento que son demasiado caros, que la tecnología puede reemplazar al hombre, que los problemas de la Tierra se deben solucionar en la Tierra, etc. El hombre debe volar al espacio por varias razones.
En primer lugar, es muy interesante y útil observar cómo funcionan en realidad las ecuaciones kilométricas que escribimos en la Tierra en las que no tenemos en cuenta todos los elementos que no se someten a la fuerza de la gravedad. En el espacio existen relaciones entre elementos mucho más pequeños en comparación con el concepto terrestre de la fuerza de la gravedad. Esto es algo muy importante para los científicos e ingenieros, especialmente para los que diseñan tecnología espacial.
Pero los vuelos no aportan únicamente conocimientos científico-técnicos. El espacio es muy importante para las personas porque cambia su filosofía. En su momento, Tsiolkovski dijo que el universo nos da montañas de pan, abismos de poder y una nueva filosofía. Todo el que ha volado allí se convierte en una especie de miembro de una secta. Desde allí, desde el espacio, se ve lo pequeño que es nuestro planeta, nuestra escasa extensión de tierra firme está rodeada de elementos agresivos y con todo nuestro progreso no hacemos más que reforzar esta agresividad.
Las erupciones volcánicas, los terremotos, los huracanes, todo lo que tiene lugar en la atmósfera está relacionado con la cantidad de energía que llega a la Tierra desde el Sol. Pero además de esto, en nuestro propio planeta se crea cada vez más energía. Hoy en día, la eficiencia media de una turbina de calor es de un 37%, es decir, dos terceras partes del combustible salen despedidos de la turbina en forma de calor. También existe el carbón, el gas o la energía nuclear. El calentamiento de la atmósfera provocado por el hombre conlleva la proliferación de los desastres naturales, el nivel del mar está aumentando y su crecimiento durante los últimos 50-70 años se mide ya en centímetros. Todos estos cambios a nivel planetario se ven desde el espacio y estas diferencias se pueden percibir con vuelos de un par de meses de diferencia.
Los vuelos tripulados no sólo permiten observar los problemas de la Tierra, sino que también pueden servir para encontrar la solución. Por ejemplo, con la ayuda de algunos proyectos espaciales se podría trasladar la producción de energía a la órbita de la Tierra, expulsar la energía sobrante al espacio y enviar la energía a la Tierra mediante un sistema de microondas. Pero para poder construir todo esto debemos tener más conocimientos, y si diseñamos este tipo de tecnología en la Tierra sin tener en cuenta los cálculos y experimentos realizados todos los elementos que poseen una aceleración gravitatoria menor en la superficie de la Tierra, esta tecnología no funcionará o, si funciona, no será del todo fiable. Y en cualquier caso, ninguna máquina puede remplazar por completo al hombre ni puede solucionar sus problemas o errores de cálculo.
Debemos utilizar los recursos del planeta conjuntamente: la Tierra no se puede dividir. Los vuelos al espacio nos ayudan a entender esto y a encontrar la solución a nuestros problemas. Para obtener resultados debemos realizar proyectos conjuntos a largo plazo y no proyectos aislados en distintos países. Estoy seguro de que, a pesar de todas las dificultades financieras, políticas y demás, los vuelos espaciales tripulados existirán.
Alexánder Serebrov, fue cosmonauta y Héroe de la Unión Soviética. 


Los vuelos son una manera de arriesgar vidas humanas

La Agencia Federal Espacial Rusa ha anunciado sus planes de enviar alhombre a la Luna antes de 2030. Corre incluso el rumor de que se podría llegar a Marte, un planeta que suscita un mayor interés entre el público general.
El espacio es para los rusos un tema muy importante y preocupante. En el país que puso en órbita el primer satélite y el primer hombre, cada lanzamiento que fracasa o una catástrofe preocupan en gran medida a la sociedad. ¡Debemos ser capaces de superarlo revancha! Por ello surgió la idea de que debíamos llegar a la Luna. O a Marte, un planeta sobre el que existe tanta literatura de ciencia ficción.
Yo entiendo perfectamente que los satélites de comunicación y navegación son necesarios. El estudio del Universo también es algo imprescindible. Pero la mejor herramienta para estudiar todo esto es la tecnología. Porque la tecnología no tiene que hacer sus necesidades. No necesita reservas de aire ni alimentación. No se pone enferma ni se equivoca. ¿Y para qué tiene que ir el hombre al espacio? ¿Para hacer sus necesidades, comer, ponerse nervioso y equivocarse?

El orgullo de Rusia, Yuri Gagarin, fue el primer hombre en volar al espacio. ¿Qué ha aportado a la ciencia aquel vuelo? Nada. Únicamente sirvió para estimular la propaganda comunista: en la URSS fueron los primeros en meter a un hombre vivo en una cápsula de metal, atornillarlo y luego dispararlo con un cohete siguiendo una trayectoria balística calculada para que el proyectil, con el ciudadano de la URSS dentro, cayera en la Tierra después de dar una vuelta al planeta. Hoy en día se ha reconocido que la probabilidad de que el primer cosmonauta volviera a aterrizar era del 50%.
Gagarin no tripuló nada. Para conseguir este logro se podía haber arriesgado la vida de un perro. Hasta Gagarin eran ellos los conejillos de indias. Y él era consciente de ello cuando decía: “Incluso ahora no acabo de entender si he sido el primer hombre en viajar al espacio o el último perro”.

Más tarde comenzó la carrera espacial. La URSS competía con Estados Unidos. ¿Para qué fueron los norteamericanos a la Luna? Para ver la cara oculta de la Luna se podía haber utilizado máquinas. Las muestras de suelo lunar para estudiar en laboratorios ya las habían traído a la Tierra algunas máquinas anteriormente. Lo único que hizo Armstrong fue dar brincos.
En la URSS después de Gagarin casi todos los lanzamientos realizados durante la época de Jruschov no fueron más que un entretenimiento de la sociedad mundial: el secretario general del Partido sólo necesitaba el universo para hacer propaganda.
Jruschov golpeó con el puño sobre la mesa y exigió un récord más. Se sabía que los estadounidenses estaban fabricando una nave de dos plazas, ¡de modo que exigió al constructor general de cohetes soviéticos, Serguéi Koroliov, que diseñara uno para tres cosmonautas!

Koroliov le intentó hacer comprender que aquello era imposible: en la URSS no existía ni iba a existir próximamente ni cohetes de más de un plaza, ni portacohetes para ellos. Sin embargo, uno de sus ingenieros, Feoktístov, encontró la solución. Este propuso a Koroliov una auténtica chapuza: enviar en una nave de una plaza a tres hombres a la vez, ¡para que el mundo creyera que los rusos habían vuelto a superar a los norteamericanos! Y para que no se descubriera la trampa, llamaron a la nave 'Vosjod' en lugar de 'Vostok', ¡como si fueran naves distintas!
Pero, ¡¿cómo pueden caber tres hombres en una nave de una sola plaza?! No pueden. Aunque si eliminamos gran parte del equipamiento, añadimos sólo el oxígeno indispensable, buscamos a los hombres más bajitos y delgados que haya, les quitamos las escafandras y los sometemos a una dieta estricta antes del lanzamiento, ¡a lo mejor caben!

Eliminaron incluso el asiento eyectable. Esto privó a los cosmonautas de toda probabilidad de salvarse en caso de un aterrizaje emergencia. La ausencia de escafandras volvía todavía más imposible la supervivencia. Pero incluso llevando unas chaquetas no demasiado gruesas sólo cabían en aquella cápsula de una plaza sentados uno sobre otro.
Feoktístov era consciente de que su idea podía parecer una muerte segura e incluso se ofreció como candidato para el papel de suicida. Koroliov aceptó. Los cosmonautas se apelotonaron en la pequeña cabina como si fueran sardinas enlatadas. Dentro de aquella cápsula de metal los cosmonautas estaban tan apretados que no se pudo instalar nada más aparte del receptor de la señal de comunicación. Aunque ni siquiera esto dependía de ellos: los cosmonautas en estos vuelos desempeñaban meramente el papel de maniquíes vivientes.
Por suerte para estos tres hombres, la aventura finalizó con éxito. El mundo volvió a sorprenderse por los logros de los rusos, que habían creado una nave 'de tres plazas'.

Esta competición entre las dos potencias terminó hace tiempo, de modo que, ¿no podríamos dejar de arriesgar vidas humanas?

¿Realmente queremos colonizar la Luna o Marte? ¿Para qué? ¿Acaso no tenemos espacio suficiente en la Tierra? A lo largo de la historia de la humanidad, los colonizadores han buscado nuevos lugares para vivir debido exclusivamente al exceso de la natalidad. La población que sobraba salía de Europa como cuando aprietas un tubo de pasta de dientes. Pero ahora el mundo desarrollado ha solucionado este problema. Nos sobra espacio.
Y si no podéis aguantaros las ganas de colonizar algo, ¡colonizad el desierto de Gobi! Allí también existen unas condiciones desfavorables. Allí tampoco hay agua. Allí también se dan enormes cambios de temperatura cada día. ¡Pero al menos allí hay aire para respirar!

¿Qué allí no hay nada que hacer, decís? ¿Y qué es lo que pensáis hacer en Marte? 
Alexánder Níkonov, escritor.



domingo, 2 de febrero de 2014

Logran crear un 'imán' con un solo polo, un sueño de la Física desde hacía 80 años





Hace 80 años un físico planteó que en el universo existen partículas magnéticas con un solo polo. Aunque hasta el momento no se tenía evidencia de su existencia, un estudio ha hecho un gran aporte creando una en laboratorio.
En la década de 1930 el famoso físico británico Paul Dirac, uno de los padres de la física cuántica, sostenía que en el universo deberían existir partículas únicas con un solo polo magnético. Desde entonces, los científicos de todo el mundo habían tratado en vano de encontrar estas partículas.

Sin embargo, un equipo de físicos de Amherst College, en EE.UU., y de la Universidad de Aalto, en Finlandia, ha logrado conseguir monopolos en condiciones de laboratorio. "La creación de monopolos magnéticos artificiales nos ofrece una oportunidad sin precedentes para aprender más sobre la naturaleza de los monopolos naturales", dice el coautor del estudio David Hall.

Todos sabemos que cualquier imán, incluso si lo dividimos hasta un nivel atómico, posee dos polos: el positivo norte y el sur. En su día Dirac sugería que los monopolos existían en la naturaleza, pero nunca se ha logrado encontrar evidencia de su existencia, ni siquiera en suelo lunar y en antiguos depósitos fosilizados.
Un campo magnético artificial
El equipo de Hall decidió recurrir a un enfoque diferente y crear este tipo de partículas en laboratorio. Para ello, los físicos crearon un campo magnético artificial generado por la condensación Bose-Einstein, donde la temperatura se acerca al cero absoluto. En este caso, los átomos ya no se comportan como una sola partícula y muestran un comportamiento cuántico colectivo.

"Las ecuaciones que se aplican a nuestro monopolo sintético como a los monopolos naturales magnéticos son exactamente las mismas", dice Hall. "Nuestro método para generar un campo magnético sintético se está desarrollando muy rápido y con el tiempo puede conducir al desarrollo de superconductores de alta temperatura o de fenómenos físicos nunca antes vistos", agregó el científico en un artículo publicado en la revista 'Nature'.

Los investigadores esperan que su descubrimiento derive en experimentos en el Gran Colisionador para lograr detectar monopolos naturales o, al menos, entender en qué lugar del universo se los puede encontrar.

miércoles, 29 de enero de 2014

Mini-Games for Glass




Identifican parte del cerebro que nos hace humanos




Está en la parte delantera del cerebro, justo por encima de las cejas.

Allí identificaron científicos de la Universidad de Oxford en Reino Unido una región del cerebro humano única, que no aparece en el cerebro de nuestros parientes más cercanos, los monos.
Los investigadores de la universidad británica compararon para su estudio tomografías cerebrales de 25 humanos y 25 macacos y observaron un área específica –generalmente relacionada con los procesos de toma de decisiones, la capacidad de hacer varias tareas de forma simultánea y de anticipar estrategias– que no está presente en los cerebros de los monos analizados.

"Encontramos un área en el cerebro humano que está bastante adelante, justo por encima de las cejas, que no coincidía con ninguna región del cerebro del mono, que parecía en el cerebro humano bastante distintiva y muy distinta de todas las regiones en el cerebro del mono", explica a BBC Mundo Franz-Xaver Neubert, experto en psicología experimental y autor del estudio publicado en la revista especializada Neuron.
Y precisamente esta zona, según creen los científicos, está involucrada con algunos de los rasgos que nos hacen únicos como humanos.
"Toda clase de funciones se han atribuido a esta región, pero en general creo que la gente tiende a pensar que puede estar involucrada en lo que algunos llaman multitarea (o la capacidad de hacer varias cosas a la vez)", dice Neubert.
También está relacionada con la capacidad de planificar, o de anticiparse a los acontecimientos, algo que nos permite "tener en mente estrategias que no estás usando el momento pero que puedes usar más tarde".

"Enormes similitudes"

Sin embargo, otro de los hallazgos de este estudio no se basa en lo que nos diferencia sino en lo que nos une.
"Una de las cosas sorprendentes es que encontramos enormes similitudes en la organización de estas áreas en el cerebro humano –especialmente en las áreas que pensamos que están involucradas en el lenguaje y la flexibilidad cognitiva– y en el de los monos", dice Neubert.

En su trabajo, los científicos identificaron y analizaron 12 subregiones de la parte frontal del cerebro y sus patrones de conectividad con otras zonas, que identificaron como huellas.
Luego las buscaron en el cerebro de mono, y así encontraron las similitudes que se ven, marcadas con colores, en la imagen de más arriba. El cerebro del extremo izquierdo es humano, el de abajo es de mono.
De las 12 subregiones, 11 eran muy similares en las dos especies.

"Una cosa interesante es alguna gente puede pensar que el leguaje es una habilidad exclusivamente humana, por lo tanto debe estar apoyada en áreas y conexiones que son exclusivamente humanas", explica el investigador.
"Estos resultados sugieren que ese no es el caso, que quizás las regiones que están involucradas en el lenguaje en humanos hacen algo diferente en los monos, incluso aunque ellos no tienen la habilidad del lenguaje".
Por lo tanto, dice Neubert, aunque se podría pensar que estas zonas del lenguaje y la flexibilidad cognitiva –que es la capacidad de cambiar de forma dinámica entre una tarea y otra– son un desarrollo absolutamente nuevo en los humanos, según estos resultados no lo son.
"Pueden basarse en un aparato más antiguo", precisa el experto en conversación con BBC Mundo.
La corteza cerebral prefrontal, que es la zona cerebral analizada en este estudio, está involucrada en los aspectos cognitivos y del lenguaje más complejos, y sólo está presente en humanos y otros primates.
Algunas de sus partes están relacionadas con desórdenes psiquiátricos, como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la adicción a las drogas y los comportamientos compulsivos.
Por eso, dice Neubert, entender mejor sus conexiones puede ser relevante para encontrar mejores formas de tratarlos.

martes, 28 de enero de 2014

Fall Comdex








El teléfono móvil, más comunista de lo que usted imagina.





Interesante articulo tomado del blog Cultura Proletaria

 “¡Dice que es comunista pero usa un Iphone!” ¿Quién no escuchó esta frase nunca, generalmente en tono histérico o irónico, de este o aquel ignorante derechista metido a conocedor de la historia y de la obra de Marx? La revelación que hará este artículo dejará a muchos lame-botas de los capitalistas inquietos, tal vez incluso irritados. Ciertamente, al usar un cliché tan ridículo, ellos ignoran que un invento que están acostumbrados a usar fue concebido orginalmente en un país socialista.
Según la leyenda, “el primer teléfono móvil fue inventado en los EE.UU”. La misma insiste en que el 3 de abril de 1973, el director de la compañia Motorola, Martin Kutcher, presentó en Manhattan un dispositivo de telefonía móvil en una exposición. Hasta 1979, la Travel Electronics no pasaría a comercializarlo. Pesaba casi 1 kilo y su valor era de aproximadamente unos 3700,00$. El coste de la conexión era de 24 a 40 centavos por minuto.
Cualquiera que busque algo relacionado con el nombre de Leonid Ivanovich Kupriyanovich se dará cuenta de que apenas sabe una parte de la historia. El inventor comunista ruso era un famoso ingeniero, conocido por sus inventos en el área de comunicación. En 1955, publicó en una revista científica para amantes de la radio, una descripción de su aparato walkie-talkie, capaz de hacer conexiones de hasta 1,5 km de distancia. Pesaba cerca de 1,2 kilos y funcionaba con dos tubos de vacío.
En 1957 presentó la misma versión de su walkie-talkie, pero esta vez con un alcance de 2 km de distancia y con un peso de 50 gramos. Pero el ingeniero comunista no se detuvo ahí, en el mismo año presentó el LK-1, un teléfono móvil que usaba ondas de radio, tenía un alcance de 20 a 30 km de distancia y una bateria que duraba de 20 a 30 horas. El dispositivo manual pesaba cerca de 3 kilos y dependía de una estación. Según Leonid Ivanovich, la estación podía servir a varios clientes a la vez. El inventor soviético patentó su teléfono móvil en 1957 (Certificado Nº115494, 1.11.1957). En 1958, en el Instituto de Investigación Científica de Voronej (VNIIS), Kupriyanovich comenzó la búsqueda de un sistema propio de comunicación móvil. Sus descubrimientos científicos eran constantemente publicados en la revista más famosa sobre tecnología editada en la Unión Soviética, la “Nauza i Jizn” (Ciencia y Vida).

En 1958, Leonid Kupriyanovich fue más allá, encogiendo su invento a un tamaño lo suficientemente pequeño para coger en un bolsillo. El aparato del ingeniero comunista no sólo permitía hacer conexiones, si no también recibirlas de telefonos residenciales y de cabinas telefónicas. Tenía aproximadamente el tamaño de un paquete de tabaco, como la mayoría de los teléfonos móviles actuales.

En 1961, el ingeniero comunista de la Unión Soviética desarrolló un dispositivo aún menor, que cogía en la palma de la mano y tenía un alcance de más de 30 km. En el mismo año fue planteada la fabricación de ese objeto a larga escala, según una entrevista dada por Leonid a la agencia de noticias APN. El inventor también habló sobre el planteamiento de construir estaciones de telefonía móvil.
El primer dispositivo de telefonía móvil nacional acabó siendo el “Altay”, distribuído comercialmente a partir de 1963, y en 1970 ya estaba presente en más de 114 ciudades de la URSS. Muchos de sus dispositivos fueron inicialmente empleados por el mundo médico, en hospitales y después por taxis en el país. El sistema fue usado en países del Este Europeo como Bulgaria y exhibido en la exposición internacional Inforga-65.
Entonces, la próxima vez que venga alguien diciendo eso de que “un comunista de verdad no usa teléfono móvil” o que “el Iphone es capitalista”, haga el favor de recordarle al pobre ignorante que el invento que usa fue creado por el comunista Leonid Ivanovich Kupriyanovich y que se creó en la URSS y no en los EE.UU. Su patente es una prueba de ello.
Estos argumentos escatológicos son facilmente refutados con investigación y lectura, con el conocimiento de los clásicos del marxismo-leninismo, que revelan que sus maestros siempre se mostraron favorables a la tecnología. Karl Marx escribió en la “Crítica al programa de Gotha” que era necesario que los trabajadores disfrutasen de confort material en el socialismo. Marx y Engels eran entusiastas del progreso industrial, pero condenaron los métodos por los cuales fue alcanzado. Lenin era un entusiasta de la tecnología, y en su obra política hace incapié en que el comunismo dependería del poder soviético más la electrificación de todo el país (la electricidad era, entonces, tal vez la más avanzada forma de tecnología humana en su época). La era de Stalin permitió al hombre y a la mujer soviético/a dominar la fuerza que genera el sol, la energía nuclear. El Che Guevara, alumno de éste último, acostumbraba a presentar la democratización de la tecnología como una de las definiciones del socialismo. Luego, lejos de ser prohibido al obrero tener un Ipad o un Iphone, este puede tener la conciencia tranquila de que es plenamente comunista llevar un teléfono móvil (especialmente si tiene una funda comunista para irritar a los anticomunistas), un invento de un genio comunista soviético que facilita y dinamiza las telecomunicaciones.

http://culturaproletaria.wordpress.com/2014/01/26/el-telefono-movil-mas-comunista-de-lo-que-usted-imagina/

lunes, 27 de enero de 2014

Documental, Una breve historia del tiempo


Basado en el libro de Stephen Hawking.





Nuevo cartel de Corea del Norte dedicado a la ciencia y a los avances tecnológicos del país



Karl Marx - Mathematical Manuscripts, 1881





Los mejores vehículos del cuerpo de ingenieros ruso



Constructor de carreteras IMR (Vehículo ingeniero de demarcación)
Los vehículos ingenieros de demarcación (IMR) actuales son capaces de hacer una carretera prácticamente en cualquier lugar que se nos ocurra. Creado sobre la base del tanque T-72 y del T-90, el IMR de nueve metros del cuerpo de ingenieros está equipado con una niveladora y una pluma telescópica con un juego de diferentes encofrados.
Este vehículo no teme a las minas ni a las radiaciones gamma. Una tripulación de dos personas puede sobrevivir dentro tres días. En la cabina se puede hervir aguar, calentar comida, los diseñadores han pensado hasta en un cuarto de baño.
En terreno accidentado el IMR puede hacer 12 kilómetros de carretera a una velocidad de 5-8 km/h, en bosque cerrado el indicador es de 300-400 m/h.
El IMR fue perfecto para los primeros días después del accidente de la central nuclear de Chernóbil. Fue el único vehículo capaz de trabajar cerca del reactor atómico.




UR-77, el 'dragón eslavo'

La unidad automotriz UR-77 tiene como objetivo abrir brechas en las defensas de minas del enemigo. Los especialistas dicen que es uno de los mejores medios para superar los campos plagados de minas. El vehículo lleva dos cargas de 90 metros con más de 700 kg de material plástico en cada una de ellas. Una vez lanzadas se despliegan y caen en la superficie establecida. La voladura de este material explosivo hace que se activen las minas antitanques colocadas alrededor, asegurando el paso en un pasillo de unos seis metros de anchura.
Este equipo de retirada de minas recibe su apodo del aspecto poco habitual que tiene. Con un zumbido el cohete sale de la tierra, detrás de él sale algo largo y serpenteante parecido a la cola de un dragón. 






Minador GMZ-3

El cuerpo de ingenieros también tiene el antagonista del 'dragón eslavo'. El minador con tracción de oruga de tercera generación (GMZ-3) es capaz de colocar en una hora minas en varios kilómetros, tanto de forma anticipada como durante el combate. En caso de necesidad el vehículo puede incluso ocultar municiones bajo tierra. Y gracias al equipamiento de las actuales modificaciones el equipo de navegación permite establecer las coordenadas exactas de cada mina, lo que facilita enormemente la tarea de delimitar los límites de los campos.
La tripulación tan solo tiene que elegir lo que se llama el ritmo de instalación de minas y un mecanismo la lleva en un transportador, después se activa colocando un mecanismo especial. 




Puente sobre ruedas TMM-6

50 minutos, ese es el tiempo exacto que, de acuerdo con la normativa se necesita para desplegar un puente mecanizado pesado (TMM) sobre el que puede pasar sin grandes dificultades maquinaria de guerra pesada.
Un complejo de TMM-6 está diseñado para 102 metros con secciones de 17 metros.
De tal manera que se pueden ensamblar seis puentes de 17 metros, tres de 34 o uno de 100.
En carretera este vehículo tiene una autonomía de 1.100 kilómetros sin repostar, con una velocidad máxima de 70 km/h. 




Excavadora TMK-2
A pesar de parecer a primera vista una excavadora normal, la TMK-2 puede hacer en una hora 700 metros de trincheras de una profundidad de metro y medio.
El mecanismo añadido de niveladora permite utilizar el vehículo también para alterar el relieve. Por ejemplo, para rellenar huecos, zanjas o cavar fosos. Añadiéndole los aparatos adecuados, la TMK-2 puede utilizarse para el mantenimiento y limpieza de nieve de los caminos.
Según afirman los expertos, es sencilla de manejar y posee una gran maniobrabilidad lo que lo convierte en un vehículo insustituible para la creación de zanjas para tuberías y todo tipo de construcción de líneas o drenajes.





http://rusiahoy.com/cultura/technologias/2014/01/27/los_mejores_vehiculos_del_cuerpo_de_ingenieros_ruso_36725.html

miércoles, 22 de enero de 2014

El lado oscuro de la creatividad: Depresión + ansiedad x locura = ¿genialidad?


Por William Lee Adams, para CNN

(CNN) – La vida del célebre artista noruego Edvard Munch estuvo llena de ansiedad y alucinaciones.
El pintor, que murió ya hace 70 años, creó una de las más reconocidas obras maestras de la historia, "El grito", que se le ocurrió durante una siniestra visión mientras permanecía de pie a orillas del Fiordo de Oslo.
Si estás viendo esta nota en tu móvil, mira aquí la galería.
"El sol se empezó a poner – de repente el cielo se volvió rojo sangre", escribió. "Me quedé allí temblando con ansiedad -y pude sentir un interminable grito atravesando la naturaleza".
Se cree que la pintura representa la angustia del hombre moderno, la cual Munch experimentó profundamente a lo largo de su vida, pero visto como un indispensable propulsor de su arte. El escribió en su diario: "Mi temor a la vida es necesario para mí, como lo es mi enfermedad. No se distinguen de mí y su destrucción destruiría mi arte".
Munch podría ser uno de los artistas de más alto perfil en caminar sobre el límite entre el talento extremo y el tormento, pero él no es el único.
Vincent van Gogh, quien se cortó la oreja después de una discusión con su amigo Paul Gauguin, y quien posteriormente se suicidó, oscilaba mucho entre la genialidad y la locura.
En una carta a su hermano Theo en 1888 escribió: "Soy incapaz de describir exactamente qué me ocurre. A veces tengo ataques de ansiedad, aparentemente sin motivo o, de otra manera, una sensación de vacío y cansancio en la cabeza... a veces tengo ataques de melancolía y de remordimientos atroces".
Las luchas personales de estos pintores todavía resuenan en la cultura popular actual y han dado lugar a la creencia que los artistas son más propensos a una serie de enfermedades mentales, incluyendo el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
Un cuerpo de investigación en crecimiento sugiere que hay un mérito para esa suposición popular. La demencia puede acechar donde mora la creatividad.
El lado oscuro de la creatividad  
Los psicólogos han estado fascinados por este vínculo potencial durante décadas. Los estudios más recientes y rudimentarios examinaron a personas ilustres de varios campos, incluyendo la literatura y las artes.
Estos estudios descubrieron que los creativos mostraron una cantidad elevada inusual de trastornos del estado de ánimo. Charles Dickens, Tennessee Williams y Eugene O'Neill parecían sufrir de depresión clínica. Al igual que Ernest Hemingway, Leo Tolstoy y Virginia Woolf. Silvia Plath, como bien se sabe, se suicidó poniendo su propia cabeza en un horno mientras sus dos hijos dormían.
Los críticos bien señalan que estos estudios se enfocaron en grupos muy específicos de personas muy exitosas y que ellos se basaron en la evidencia anecdótica.
Estudios posteriores han ampliado el campo de acción. Simon Kyaga dirigió a un equipo de investigadores en el Karolinska Institute de Suecia.
Utilizando un registro de pacientes psiquiátricos, le dieron seguimiento a 1.2 millones de suecos y a sus familiares. Los pacientes mostraron condiciones que iban desde esquizofrenia y depresión a TDAH y síndrome de ansiedad.
Ellos descubrieron que las personas que trabajan en los campos creativos, incluyendo a los bailarines, fotógrafos y autores, tenían un 8% de mayor probabilidad de padecer trastorno bipolar. Los escritores tenían un sorprendente 121% de mayor probabilidad de padecer esa condición y casi un 50% de mayor probabilidad de cometer suicidio que la población en general.
También encontraron que las personas en las profesiones creativas tenían mucho más probabilidad de tener familiares con esquizofrenia, trastorno bipolar, anorexia y autismo.
Esto es importante. Estudios recientes sobre familiares han sugerido que podría haber un rasgo hereditario que da lugar tanto a la creatividad como a las enfermedades mentales.
Algunas personas podrían heredar una forma del rasgo que impulsa la creatividad sin la carga de la enfermedad mental, mientras que otros podrían heredar una versión ampliada que agudiza la ansiedad, depresión y las alucinaciones.
Existe evidencia anecdótica que respalda la conexión. El hijo de Albert Einstein vivió con esquizofrenia, como lo hizo la hija de James Joyce.
Keri Szaboles, un psiquiatra de Semmelweis University en Hungría, ha estudiado el papel que los genes pueden jugar más directamente.
Szaboles les dio a 128 participantes una prueba de creatividad seguida de un examen de sangre. Él descubrió que aquellos que demostraron tener mayor creatividad tenían un gen asociado con trastornos mentales severos.
¿Método en la demencia?  
Los psicólogos han establecido un vínculo entre las enfermedades mentales y la creatividad, pero aún están uniendo las piezas para determinar qué mecanismos subyacen en el mismo.
En septiembre, el neurocientífico Andreas Fink y sus colegas de University of Graz en Austria publicaron un estudio comparando el cerebro de la gente creativa y de las personas que padecen esquizotipia.
La esquizotipia es una manifestación menos severa de esquizofrenia. La gente que padece esa condición podría mostrar creencias raras (como creer en alienígenas) o conducta (como usar ropa inadecuada). A diferencia de los esquizofrénicos, ellos no tienen ideas delirantes y no están desconectados de la realidad.
Fink y su equipo reclutaron participantes que mostraban bajos y altos niveles de esquizotipia. Luego los deslizaron en una máquina de imágenes de resonancia magnética y les pidieron que plantearan formas novedosas de usar los objetos de uso diario. Luego evaluaron la originalidad de sus respuestas.
Surgió un interesante patrón. Entre los que presentaban un alto nivel de esquizotipia y quienes obtuvieron la mayor calificación en originalidad, el precúneo derecho -una región del cerebro implicado en la atención y concentración – se estuvo encendiendo durante la generación de ideas. Normalmente, esta región se desactiva durante una tarea compleja, lo que se cree que ayuda a la persona a concentrarse.
Puesto de forma más sencilla, los resultados sugieren que los creativos y aquellos con los niveles más altos de esquizotipia absorben más información y son menos capaces de ignorar detalles superfluos. Su cerebro nos les permite filtrar.
Scott Barry Kaufman, un psicólogo norteamericano y escritor de Scientific American, ha resumido los resultados de esta forma. "Parece que la clave para cognición creativa está abriendo las puertas de la inundación y dejando entrar toda la información que sea posible", escribe. "Porque nunca sabes: algunas veces las asociaciones más extrañas pueden convertirse en las ideas más productivamente creativas".
Claramente algunas personas sufren por su arte y claramente algún arte se origina del sufrimiento. Pero sería impreciso decir que todos los creativos corren el riesgo de padecer enfermedades mentales.
Kyaga, el profesor sueco, señala que los bailarines, directores y artistas visuales mostraron enfermedades mentales con menos frecuencia que la población general.

http://cnnespanol.cnn.com/2014/01/22/el-lado-oscuro-de-la-creatividad-depresion-ansiedad-x-locura-genialidad/