Interesante articulo tomado del blog Cultura Proletaria
“¡Dice que es
comunista pero usa un Iphone!” ¿Quién no escuchó esta frase nunca, generalmente
en tono histérico o irónico, de este o aquel ignorante derechista metido a
conocedor de la historia y de la obra de Marx? La revelación que hará este
artículo dejará a muchos lame-botas de los capitalistas inquietos, tal vez
incluso irritados. Ciertamente, al usar un cliché tan ridículo, ellos ignoran
que un invento que están acostumbrados a usar fue concebido orginalmente en un
país socialista.
Según la leyenda, “el primer teléfono móvil fue inventado en
los EE.UU”. La misma insiste en que el 3 de abril de 1973, el director de la
compañia Motorola, Martin Kutcher, presentó en Manhattan un dispositivo de
telefonía móvil en una exposición. Hasta 1979, la Travel Electronics no pasaría
a comercializarlo. Pesaba casi 1 kilo y su valor era de aproximadamente unos
3700,00$. El coste de la conexión era de 24 a 40 centavos por minuto.
Cualquiera que busque algo relacionado con el nombre de
Leonid Ivanovich Kupriyanovich se dará cuenta de que apenas sabe una parte de
la historia. El inventor comunista ruso era un famoso ingeniero, conocido por
sus inventos en el área de comunicación. En 1955, publicó en una revista
científica para amantes de la radio, una descripción de su aparato
walkie-talkie, capaz de hacer conexiones de hasta 1,5 km de distancia. Pesaba
cerca de 1,2 kilos y funcionaba con dos tubos de vacío.
En 1957 presentó la misma versión de su walkie-talkie, pero
esta vez con un alcance de 2 km de distancia y con un peso de 50 gramos. Pero
el ingeniero comunista no se detuvo ahí, en el mismo año presentó el LK-1, un
teléfono móvil que usaba ondas de radio, tenía un alcance de 20 a 30 km de distancia
y una bateria que duraba de 20 a 30 horas. El dispositivo manual pesaba cerca
de 3 kilos y dependía de una estación. Según Leonid Ivanovich, la estación
podía servir a varios clientes a la vez. El inventor soviético patentó su
teléfono móvil en 1957 (Certificado Nº115494, 1.11.1957). En 1958, en el
Instituto de Investigación Científica de Voronej (VNIIS), Kupriyanovich comenzó
la búsqueda de un sistema propio de comunicación móvil. Sus descubrimientos
científicos eran constantemente publicados en la revista más famosa sobre
tecnología editada en la Unión Soviética, la “Nauza i Jizn” (Ciencia y Vida).
En 1958, Leonid Kupriyanovich fue más allá, encogiendo su
invento a un tamaño lo suficientemente pequeño para coger en un bolsillo. El
aparato del ingeniero comunista no sólo permitía hacer conexiones, si no
también recibirlas de telefonos residenciales y de cabinas telefónicas. Tenía
aproximadamente el tamaño de un paquete de tabaco, como la mayoría de los
teléfonos móviles actuales.
En 1961, el ingeniero comunista de la Unión Soviética
desarrolló un dispositivo aún menor, que cogía en la palma de la mano y tenía
un alcance de más de 30 km. En el mismo año fue planteada la fabricación de ese
objeto a larga escala, según una entrevista dada por Leonid a la agencia de
noticias APN. El inventor también habló sobre el planteamiento de construir
estaciones de telefonía móvil.
El primer dispositivo de telefonía móvil nacional acabó
siendo el “Altay”, distribuído comercialmente a partir de 1963, y en 1970 ya
estaba presente en más de 114 ciudades de la URSS. Muchos de sus dispositivos
fueron inicialmente empleados por el mundo médico, en hospitales y después por
taxis en el país. El sistema fue usado en países del Este Europeo como Bulgaria
y exhibido en la exposición internacional Inforga-65.
Entonces, la próxima vez que venga alguien diciendo eso de
que “un comunista de verdad no usa teléfono móvil” o que “el Iphone es
capitalista”, haga el favor de recordarle al pobre ignorante que el invento que
usa fue creado por el comunista Leonid Ivanovich Kupriyanovich y que se creó en
la URSS y no en los EE.UU. Su patente es una prueba de ello.
Estos argumentos escatológicos son facilmente refutados con
investigación y lectura, con el conocimiento de los clásicos del
marxismo-leninismo, que revelan que sus maestros siempre se mostraron
favorables a la tecnología. Karl Marx escribió en la “Crítica al programa de
Gotha” que era necesario que los trabajadores disfrutasen de confort material
en el socialismo. Marx y Engels eran entusiastas del progreso industrial, pero
condenaron los métodos por los cuales fue alcanzado. Lenin era un entusiasta de
la tecnología, y en su obra política hace incapié en que el comunismo
dependería del poder soviético más la electrificación de todo el país (la
electricidad era, entonces, tal vez la más avanzada forma de tecnología humana
en su época). La era de Stalin permitió al hombre y a la mujer soviético/a
dominar la fuerza que genera el sol, la energía nuclear. El Che Guevara, alumno
de éste último, acostumbraba a presentar la democratización de la tecnología
como una de las definiciones del socialismo. Luego, lejos de ser prohibido al
obrero tener un Ipad o un Iphone, este puede tener la conciencia tranquila de
que es plenamente comunista llevar un teléfono móvil (especialmente si tiene
una funda comunista para irritar a los anticomunistas), un invento de un genio
comunista soviético que facilita y dinamiza las telecomunicaciones.
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